domingo, 28 de mayo de 2017

Enseñar a plantear preguntas investigables

Este texto de Neus Sanmartí y Conxita Márquez Bergalló trata de la elaboración de preguntas investigables que guíen el proceso de aprendizaje del alumnado.

Comienza admitiendo que en la cultura del ser humano viene dada la capacidad del mismo de plantearse preguntas y buscar respuestas a las mismas, sin embargo, en las aulas se ha planteado otro tipo de aprendizaje tradicionalmente. En este quien plantea las preguntas es el docente y el alumnado responde, sin tener en cuenta las opiniones del mismo y desconectando, así de sus intereses y, por tanto, del aprendizaje significativo o contextualizado en su entorno.

Incide posteriormente en la pregunta como punto de partida de la investigación científica, haciendo hincapié en que una buena pregunta ya lleva conocimientos científicos implícitos que sirven de orientación para la propia investigación. Una buena pregunta es media respuesta.

Por ejemplo, en la pregunta "¿El papel reciclado "envejece antes que el papel blanco?" presuponemos que todos los papeles envejecen, por lo que la propia pregunta ya descarta una serie de variables y datos al darlos por supuestos. De esta manera entendemos la importancia, ya no de plantear preguntas para orientar el proceso de aprendizaje, sino de plantearlas correctamente para que el proceso sea óptimo.

El texto concluye con ejemplos de actividades formuladas mediante preguntas y unas reflexiones finales en las que se menciona que la motivación del alumnado es, básicamente, desear saber, preguntarse y buscar maneras de encontrar respuestas. Por lo tanto, plantear preguntas investigables y, por lo tanto, también el Aprendizaje Basado en Problemas, son muy buenos recursos para la motivación del alumnado y para huir del planteamiento tradicional de la educación.

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